Trabajadores de distintos centros laborales han expresado preocupación ante lo que consideran un patrón de decisiones internas que favorecen a personas cercanas a la dirigencia de COREMEX. De acuerdo con testimonios recopilados, dicha práctica estaría debilitando la legitimidad del sindicato y afectando la representación de quienes integran la base.

Integrantes de diversas plantas y servicios afiliados a COREMEX han denunciado que los cargos clave dentro de la estructura sindical habrían sido ocupados por familiares directos, allegados o personas con vínculos personales con quienes encabezan la organización. Esta concentración del poder, señalan, pone en entredicho la imparcialidad con la que se toman decisiones que deberían responder a los intereses colectivos de los trabajadores.

De acuerdo con empleados consultados, la presencia de parientes en funciones administrativas o comisionadas ha generado un clima de desconfianza y cuestionamientos recurrentes sobre la transparencia de los procesos internos. Añadieron que, además de ocupar posiciones estratégicas, dichos allegados tendrían influencia directa en la asignación de funciones, la firma de acuerdos y la interlocución con empresas.

Dirigentes independientes y voces críticas dentro de la misma base han advertido que esta dinámica no solo afecta la percepción pública del sindicato, sino que también limita la posibilidad de una renovación democrática al interior de la organización. Señalan que la falta de apertura para promover nuevos liderazgos o permitir la participación equitativa podría perpetuar un esquema cerrado y poco representativo.

Las denuncias sobre nepotismo abren un debate más amplio sobre la necesidad de revisar los mecanismos internos de control y rendición de cuentas al interior de organizaciones sindicales. Para los trabajadores, recuperar la confianza requiere que COREMEX demuestre capacidad real de evolución y de garantizar un liderazgo basado en méritos, transparencia y legitimidad.