Javier García Villafaña, cura de la comunidad de Capacho, fue atacado a balazos en la carretera que va de Cuitzeo a Huandacareo.

El sacerdote agustino Javier García Villafaña, párroco del pueblo de Capacho, en Michoacán, fue asesinado a balazos la tarde de este lunes. El ataque se produjo cuando el sacerdote circulaba por la carretera entre Cuitzeo y Huandacareo a bordo de una camioneta Nissan.

García Villafaña vestía una camisa de cuadros y un pantalón de mezclilla cuando lo interceptaron y acababa de llegar a la comunidad de Capacho para hacerse cargo de la iglesia. El pasado abril se incorporó como el nuevo párroco del templo de San Marcos.

La Fiscalía de Michoacán ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido, aunque por el momento no hay detenidos por el ataque. La dependencia fue alertada sobre el homicidio de una persona en torno a las 19.00 horas del lunes, al llegar encontraron la camioneta del sacerdote con varios impactos de bala. En el interior, estaba el cadáver de García Villafaña. El cuerpo ha sido trasladado al Servicio Médico Forense de la capital, Morelia, a una hora de donde fue el ataque.

La parroquia de San Francisco Curungueo, a la que perteneció García Villafaña todos estos años, fue la primera en confirmar la muerte del sacerdote. “Infórmanos que hoy a las 6 pm fue interceptado en la carretera el P. Fray Javier García Villafaña y falleció asesinado. Que en paz descanse el párroco de Capacho. Nuestro más sentido pésame a nuestros Agustinos”, publicaron a través de redes sociales.

La arquidiócesis de Morelia se ha sumado a los condolencias por el fallecimiento y también ha publicado un breve comunicado en redes. “Los Obispos en la Arquidiócesis, el Presbiterio y toda la Arquidiócesis de Morelia se unen en oración, y en las manos de María Inmaculada confían a este hijo suyo para que el Señor de la Vida le reciba en sus moradas de gloria.–Dale, Señor, el eterno descanso”.

La Conferencia Episcopal de México ha condenado el ataque y lo ha calificado como “un acto de violencia que no solo ha arrebatado una vida, sino que también atenta contra la paz y la justicia de nuestra nación”, señala un comunicado publicado en redes sociales. “Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que realicen una investigación exhaustiva y transparente que lleve a la identificación y sanción de los responsables”, continúa el documento.

Ser sacerdote en México es una profesión de riesgo. En las últimas tres décadas más de 70 religiosos han sido asesinados en el país. De ellos, alrededor de 50 fueron asesinados en los últimos tres sexenios. Solo en Michoacán, entre enero y abril de este año se han registrado 1.700 homicidios, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.