Alberto Esquer, candidato a senador por Movimiento Ciudadano, enfrenta críticas y señalamientos de hipocresía en su postura feminista debido a su asociación con Mirza Flores, quien ha sido criticado por su presunta complicidad en encubrir a «abusadores» en posiciones de poder. Estas acusaciones han suscitado interrogantes sobre la autenticidad de las acciones y compromisos de Esquer en materia de equidad de género.

La conexión de Esquer con Flores ha desatado un debate en redes sociales y en el ámbito político, donde se le ha tachado de «falso feminista» y se le ha cuestionado sobre la coherencia entre sus discursos y sus acciones. La supuesta implicación de Flores en casos de abuso y acoso sexual, así como su presunta protección a los responsables, ha puesto en tela de juicio la credibilidad de Esquer como defensor de los derechos de las mujeres.

Los señalamientos contra Esquer subrayan la importancia de la coherencia y la transparencia en la actuación de los líderes políticos, especialmente en temas sensibles como la equidad de género y la lucha contra la violencia machista. La relación con figuras controvertidas puede socavar la credibilidad de un candidato y minar su capacidad para representar efectivamente los intereses de todas las personas en la sociedad.

En un contexto donde el movimiento feminista gana cada vez más fuerza y visibilidad, los líderes políticos están sujetos a un escrutinio más riguroso en cuanto a su compromiso real con la igualdad de género y la erradicación de la violencia contra las mujeres. Los señalamientos contra Alberto Esquer resaltan la necesidad de una reflexión profunda sobre la coherencia entre sus palabras y sus acciones, así como sobre la verdadera inclusión y representación de las mujeres en la política.