La marca fue registrada con la ayuda del despacho del entonces diputado local Alfredo Ramírez Bedolla y que ha estado acusada de irregularidades en contratos electorales.

Una serie de revelaciones que abarcan varios años y distintos países, la consultora política Neurona ha sido objeto de una intensa atención mediática. Desde su registro en el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) hasta acusaciones de irregularidades en contratos electorales, Neurona ha estado en el centro de la polémica.

En una entrevista realizada por Melissa del Pozo y Jocelyn Estrada para Milenio en enero de 2020, Gustavo Alonso Aguado Butanda, propietario de la marca y logo de Neurona, junto con su hermano y Záyin Dáleth Villavicencio, se presentaron como los principales impulsores de la consultora. Además, se reveló que la marca fue registrada con la ayuda del despacho del entonces Diputado Local Alfredo Ramírez Bedolla.

No obstante, la reputación de Neurona se ha visto empañada por una serie de acusaciones. En marzo de 2021, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía Nacional española concluyó que la consultora chavista había intentado justificar sus cobros con Podemos, un partido político español, con trabajos que no guardaban relación con la campaña electoral de 2019.

Investigaciones posteriores han revelado conexiones aún más profundas y preocupantes. En enero de 2020, Milenio destapó la participación de Neurona en una intriga internacional, siendo acusada por el gobierno boliviano de triangular recursos a campañas electorales en España y de incurrir en «uso indebido de influencias».

El 31 de julio de 2023, un extenso trabajo de investigación realizado por varios periodistas de distintos medios, entre ellos Eduardo Buendía, Emiliano Fernández, Siboney Flores, Adrián González, Isabela Ponce, Susana Roa, Carolina Méndez, Sabrina Lanza, Ares Biescas y Ángela Cantador, expuso a Neurona como una «fábrica de propaganda» dirigida por «mercenarios digitales». Se reveló que la consultora había creado una red de sitios web que se presentaban como noticieros para difundir contenido en favor del gobierno morenista de Michoacán, México, utilizando un modus operandi que involucraba la creación de múltiples dominios.

Esta investigación pone en entredicho no solo la veracidad de las noticias que en estos medios se difunden, sino también el objeto para el que son difundidos cuyo propósito es desinformar a la ciudadanía faltando a la ética y al profesionalismo como eje rector de los medios.